martes, 16 de noviembre de 2010

La realidad del hockey: el Club Santa Bárbara


        Para poder analizar la situación del hockey nacional nos abocamos a un club en particular de la ciudad de La Plata, como es el de Santa Bárbara.
  Es importante resaltar la identidad que se genera en dicha institución, ya que se trata de uno de los más importantes clubes en materia de la práctica de hockey. Actualmente, es la que dedica mayor espacio a su desarrollo en la ciudad. Este concepto de identidad supone características constituyentes según Gilberto Giménez. Este autor propone pensarlas desde la pertenencia social, los atributos identificadores y la narrativa biográfica. Estos marcos de percepción e interpretación tienen que ver con cómo las jugadoras se apropian de ese espacio que el Club Santa Bárbara les provee para el desarrollo de la práctica. 

Al observar la apropiación que realizan las jugadoras en este ámbito, el territorio forma parte del análisis. Para José Garriga Zucal Y María Verónica Moreira existe “una vinculación entre la identidad territorial y la identidad deportiva”[1].
Estos autores en su trabajo “Apropiación y significación de jóvenes en el espacio urbano”, dan cuenta de que este espacio se convierte en campos polisémicas relacionados con los usos y significados que conforman esa identidad.
            Introduciéndonos en el Club buscábamos averiguar si realmente las jugadoras de hockey sentían el peso de los prejuicios en la práctica, al mismo tiempo, que queríamos indagar si esa construcción simbólica que configuraba estereotipos estaba sustentada en la realidad.
            El preparador físico del Club, Juan Pedrochi, entrena tanto a damas como a caballeros. “Independientemente de las diferencias morfológicas que hay entre el hombre y la mujer, no hay diferencias en el deporte. Diría que hemos tenido mejores resultados con mujeres que con varones. No se evitan tipos de entrenamientos con damas por ser mujeres. Trabajan fuerza con los mismos ejercicios que con los hombres. Hacen el mismo tipo de entrenamiento”, argumenta Pedrochi.
            La diferencia que encuentra respecto al juego de uno y otro sexo es la dinámica, ya que se trata de un juego mucho más veloz en varones. Pero por lo demás, se da igual en unos como en otros.

            Sin embargo, el PF reconoce una cuestión. “Lamentablemente hay una historia particular en Argentina con el desarrollo físico de la mujer. Soy profe de escuelas y me consta que se tienen recaudos determinados que hacen que la mujer no crezca proporcionalmente en la misma línea que el hombre en el desarrollo físico. Las diferencias parten por la base de formación, no por la estructura de una deportista”, reflexiona el Preparador Físico de Santa.
            En la misma línea, la investigadora Romina Plataroti sostiene que “los patrones culturales marcan un condicionante respeto de las niñas desde la infancia con tratos diferenciados ejercidos por quienes son los responsables de la socialización: padres, docentes, entrenadores, los que contribuirían a que se vayan cultivando las identidades”[2].
            De todas formas, Juan Pedrochi concluye diciendo que “no hay diferencias en cuanto a la apropiación que hace la mujer en el hockey en comparación con el hombre. Yo he visto golpes en este deporte que no he visto ni en fútbol ni en rugby”.
            Por su parte, Julia Dofourc, jugadora histórica de Santa Bárbara dice que comenzó a jugar al hockey por medio de una amiga. “Yo empecé porque el papá de una amiga mía era socio fundador. Empezamos a jugar con mi hermana y mi amiga. Desde 1988 hasta el 2008 jugué de corrido, y volví a arrancar este año”, recuerda la jugadora.
            Al referirse sobre las características del hockey donde la velocidad y el choque físico son centrales, Julia dice que la mujer se adapta perfectamente. “La jugadora de hoy lo que tiene es que es más un atleta que tiene un palo de hockey en la mano, antes que una jugadora de hockey. Antes entrenábamos haciendo una hora de físico, sin gimnasio, y ahora todo se basa más en lo físico que en lo táctico. El juego es más vertiginoso, con mucho trabajo de potencia”, sostiene Dufourc.


[1] J. Garriga Zucal y M. Mariera, “Aproximaciones y significaciones de los jóvenes en el espacio urbano.”
[2] Ídem 5.

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