martes, 16 de noviembre de 2010

Los comienzos


            En las últimas décadas la mujer modificó su espacio en la sociedad, incorporándose de a poco. Antes, había ciertos espacios en donde tenía prohibida su inclusión. Eran lugares exclusivamente masculinos, mientras que las mujeres se dedicaban al sector privado, relacionado con la casa y la familia. El deporte y el juego era una práctica sólo de hombres,  impensado que una mujer quiebre su femineidad y se adentre en la fuerza de lo deportivo.
“El desarrollo del deporte moderno en el siglo XIX en Inglaterra, coincidiendo con la cultura victoriana de la época, dificultó el acceso de las mujeres, ya que el ideal de feminidad no coincidía con los modelos deportivos”[1], refiere la investigadora Benilde Vázquez.
“La mujer a medida que fue accediendo a distintos espacios y actividades públicas, se fue incorporando también a él, con las limitaciones que implica entrar en un campo hegemónicamente masculino”[2].
Al referirnos a hegemonía entendemos que ésta constituye un cuerpo de prácticas en relación a la totalidad de la vida: nuestros sentidos y percepciones de nosotros mismos y del mundo que nos rodea. “Es un vívido sistema de significados y valores que cuando aparecen como prácticas parecen confirmarse recíprocamente”[3]

Sin embargo, al referirnos al hockey sobre césped en nuestro país damos cuenta que la mujer fue casi contemporánea al inicio de la práctica. El periodista especializado en hockey, Fermín Ruiz, sostiene que “tiene que ver con el crecimiento de algunos deportes a nivel masculino que empezó a ser una actividad elegida por las damas. El crecimiento del hockey a nivel femenino fue en los últimos 30/40 años. De hecho cuando empieza a competirse en hockey en Argentina en 1908, compiten los caballeros y al año siguiente las damas a partir de que eran esposas o novias de los jugadores”.
De esta forma, en Argentina se da un fenómeno diferente a lo que ocurre en el mundo, donde son los hombres las principales figuras de la actividad. “Los quiebres son varios. La explosión del básquet en el ’50 con el Mundial, el crecimiento del tenis en los ’70, el crecimiento del fútbol que termina por acaparar las grandes masas. Eso empieza a quitarle matrícula al hockey en caballeros y empieza a potenciar el crecimiento en damas”, sostiene Ruiz.


[1] B. Vázquez, “La mujer en ámbitos competitivos: el ámbito deportivo”
[2] N. Miranda y M. Antúnez: “Los Estereotipos de Género en la Practicas de Actividades Físicas y Deportivas”
[3] R. Williams, “Marxismo y literatura”

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